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Cómo maquillar las mejillas para un aspecto saludable

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Introducción

El maquillaje es una herramienta muy útil para destacar lo mejor de nuestro rostro y ocultar aquello que no queremos mostrar. Uno de los elementos más importantes para lograr un aspecto saludable y juvenil es el rubor o colorete, que permite darle vida a nuestras mejillas y resaltar nuestros pómulos. Sin embargo, muchas mujeres no saben cómo aplicarlo correctamente o qué tono elegir, lo que puede resultar en un aspecto poco natural o demasiado artificial. En este artículo, te enseñaremos todo lo que necesitas saber sobre cómo maquillar las mejillas para lograr un aspecto saludable y radiante.

Tipos de rubor

Antes de empezar a aplicar el rubor en tus mejillas, es importante saber qué tipos existen y cuál es el más adecuado para ti. Existen tres tipos de rubor: en polvo, en crema y líquido. El rubor en polvo es el más común y fácil de aplicar, ya que se difumina bien sobre la piel y es fácil de controlar. El rubor en crema es más denso y pigmentado, por lo que es ideal para pieles secas o maduras, ya que hidrata y aporta un aspecto jugoso a las mejillas. Por último, el rubor líquido es el más duradero y resistente al agua, por lo que es perfecto para ocasiones especiales o para pieles grasas.

Cómo elegir el tono adecuado

A la hora de elegir el tono de tu rubor, debes tener en cuenta el tono de tu piel y la ocasión en la que lo vas a usar. Para pieles claras, los tonos rosados y melocotón son ideales, ya que aportan un toque de frescura y luminosidad. Si tienes la piel más oscura, los tonos marrones y borgoña son perfectos para aportar profundidad y definición a tus mejillas. Para ocasiones más especiales, puedes optar por tonos más intensos como el rojo o el rosa fuerte, pero siempre teniendo en cuenta que el resultado no sea demasiado artificial.

Cómo aplicar el rubor

Una vez que hayas elegido el tono y tipo de rubor adecuado para ti, es hora de aplicarlo en tus mejillas. Lo primero que debes hacer es elegir la brocha o pincel adecuado, que debe ser suave y de cerdas redondas para difuminar bien el producto. Para aplicar el rubor, sonríe y aplica el producto sobre la manzana de tus mejillas con pequeños movimientos circulares hacia el exterior. Si decides usar un rubor en crema o líquido, debes aplicarlo con los dedos o con una esponja especial para maquillaje.

Consejos para un acabado perfecto

- Si quieres lograr un aspecto más natural, siempre es mejor empezar aplicando poco producto e ir añadiendo más gradualmente, a medida que veas cómo va quedando. - Si utilizas un rubor en polvo, da pequeños toques sobre el producto para quitar el exceso antes de aplicarlo sobre tus mejillas. De esta forma, evitarás que quede demasiado pigmentado o artificial. - Si tienes la piel grasa, opta por un rubor líquido o encrema, ya que son menos propensos a desvanecerse o desaparecer a lo largo del día. - Si quieres lograr un aspecto de rubor natural, prueba utilizar un tono más oscuro que el de tu piel y difumina bien para conseguir un efecto de sombreado. - No te olvides de aplicar un poco de rubor en la punta de tu nariz y en la frente para lograr un look enérgico y saludable.

Conclusión

El rubor es un elemento esencial del maquillaje que puede cambiar por completo el aspecto de nuestras mejillas y nuestro rostro en general. A la hora de elegir un rubor, es importante tener en cuenta el tono y el tipo de producto adecuado para nuestro tipo de piel y la ocasión en la que lo vamos a usar. Si sigues estos consejos y trucos, podrás conseguir un aspecto saludable y radiante en tan solo unos pocos minutos. ¡Prueba diferentes tonos y técnicas y descubre cuál es tu estilo favorito!